Esta semana se inicia La Serie Mundial del 2012, evento que será la edición número 108 del béisbol de Grandes Ligas. Se trata de una serie de siete o menos juegos entre los campeones de la Liga Nacional, los Gigantes de San Francisco y los campeones de la Liga Americana, los Tigres de Detroit. La ventaja de campo se decidió durante el Juego de Estrellas en Kansas City, partido que la Liga Nacional ganó 8-0. Por esa razón, los dos primeros y los dos últimos juegos (de ser necesario) se efectuaran en San Francisco. Los Tigres de Detroit terminaron la temporada regular con 88 triunfos y 74 derrotas, ganando de esta forma el título de la División Central. En la serie divisional de la Liga Americana, los Tigres derrotaron a los Atléticos de Oakland tres juegos a dos. Luego los Tigres completaron una barrida de cuatro juegos dominando a los Yanquis de Nueva York en la Serie de Campeonato de la Liga Americana para ganar el banderín de la Liga Americana. La novena de Detroit fue guiada por los abridores Justin Verlander y Max Scherzer, quienes terminaron primero y segundo entre los líderes de ponches de la Liga Americana, con 239 y 231, respectivamente. El toletero venezolano Miguel Cabrera se convirtió en el primer jugador en 45 años en ganar la Triple Corona de bateo, liderando la Liga Americana en tres categorías, promedio de promedio de .330, 44 jonrones y 139 impulsadas. La adquisición este año de Prince Fielder también dio resultado, cuando el fornido inicialista bateo para .313 incluyendo 30 cuadrangulares y 108 remolcadas. Los Tigres no necesitaron de la contribución del relevista dominicano José Valverde para poder avanzar a la Serie Mundial. El zurdo relevista Phil Coke selló los últimos tres compromisos de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, incluyendo los dos últimos innings de la victoria de Detroit por 8-1 en el Juego 4. Por su parte, los Gigantes terminaron la temporada regular con 94 victorias contra 68 derrotas y vienen de ganar cinco partidos consecutivos donde hubieran sido eliminados de haber perdido. Los Tigres vienen de un reposo de seis días mientras que sus rivales tendrán solo dos días de descanso. Sin duda que esta diferencia será ventajosa para los lanzadores de Detroit aunque el ímpetu le pertenece a los Gigantes.
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