La Superación de José Bautista

En el béisbol profesional siempre se habla de la calidad ofensiva de Albert Pujols, los cuadrangulares oportunos de Alex Rodríguez y las atrapadas sensacionales de Ichiro Suzuki. Cuando se habla de los mejores bateadores en los últimos tres años, pocos sacan a relucir el nombre del dominicano José Bautista. Lo cierto es que este jardinero derecho nacido en Santo Domingo ha estado acumulando un impresionante número de vuela cercas, ya lleva 80 desde el 7 septiembre del 2009. Mientras que el flamante inicialista de los Cardenales de San Luis, el otro dominicano Albert Pujols, ha conectado respetuosamente 55 tablazos desde esa misma fecha. Muchos fanáticos, incluyendo la mayoría de los medios de comunicación deportivos, han desapercibido lo que Bautista viene haciendo muy silenciosamente con el madero. En la tarde soleada del domingo 15 de mayo, Bautista logro conectar no uno, no dos, pero tres batazos descomunales que aterrizaron en las gradas del Target Field en Minneapolis. En esa oportunidad, su equipo, los Azulejos de Toronto abatieron de forma contundente a la novena local, los Mellizos de Minnesota con un marcador de11 carreras por 3. Hoy por hoy, Bautista era el líder absoluto de promedio de bateo en las Grandes Ligas con una marca sensacional de .364. También es el patrón en el departamento de cuadrangulares, boletos, carreras anotadas y batazos de extra base. Quizás el numerito más imponente que muestra bajo su nombre es el porcentaje de Slugging (número de bases obtenidas por turnos al bate) de .841; el próximo que le sigue en esta área es Lance Berkman de los Cardenales de San Luis con .683. Durante la temporada pasada, Bautista logro conectar 54 cuatro esquinas mientras que su compatriota Alber Pujols quedo de segundo con 42. Desde su debut en el 2004 hasta apenas el año pasado, Batista era un bateador que nunca había superado la marca de 16 cuadrangulares por temporada. Más de un experto en este deporte pensó que esa proeza de Batista en el 2010 fue solo un factor de “suerte” o uno de esos años solitariamente exitosos que tienen algunos atletas. Pero de la noche a la mañana Batista despertó su madero y paso a ser de un bateador de mediana producción a un astro temible por todos los lanzadores de la gran carpa. El éxito mostrado por este quisqueyano nos enseña una vez más que cualquier hazaña se puede alcanzar con ganas de superación y disciplina al trabajo.