Consumo de Alcohol en las Mayores

El inicialista de los Tigres de Detroit, el venezolano Miguel Cabrera, fue arrestado recientemente por supuestamente manejar ebrio en Fort Pierce, a unos 177 kilómetros de Lakeland, Florida. No es la primera vez que Cabrera estuviera envuelto en este tipo de problemas. En octubre del 2009 mientras que su equipo estaba en la contienda por obtener el banderín en la división Central de la liga Americana, este talentoso pelotero fue de igual forma acusado de conducir bajo la influencia del alcohol. A partir de esta situación, los Tigres han estado estudiando la posibilidad de canjear a este jugador. Cabrera se ha disculpado ante los dirigentes de su equipo y la fanaticada en general. El abuso del licor es un grave problema que afecta a muchos en nuestra sociedad. Según las estadísticas la consumición alcohólica ha sido responsable directo por más de 75,000 muertes anualmente. Debemos recordar que el alcohol es un depresivo, produce lentitud, deteriorando de esta forma la reacción, el balance, la coordinación y el reflejo. Aunque la persona no este embriagada, según los médicos, este efecto de “morosidad física” dura aproximadamente 60 horas, afectando lógicamente la práctica, los juegos, y ejercicios. Además, el consumo alcohólico produce “cortisol” en el cuerpo, elevando la presión sanguínea y aumentando de esta forma la grasa. Otra consecuencia es que interfiere con la recuperación adecuada por motivos de lesiones, al disminuir las defensas naturales. Todos estos efectos están relacionados con el rendimiento de un jugador que se le es pagado millones de dólares. Si bien estamos de acuerdo que el licor no debe ser consumido por ningún atleta (o por nadie, realmente) entonces me pregunto: ¿Por qué todavía se sirve cerveza en “dugouts” o “cuevas” de algunos equipos en las mayores? No es posible que a estas alturas, más de 15 equipos en las mayores permitan la presencia del licor en sus instalaciones. No cabe duda que pudiera ser parte de las concesiones y contratos que tienen con corporaciones fabricantes de licor. Pero cualquiera sea la razón, es una gran hipocresía el criticar, atacar o castigar a un jugador que obviamente tiene problemas con alcoholismo y al mismo tiempo ofrecer licor en la propia casa, antes, durante y después de un juego.