El Mejor Día de Béisbol en la Historia

El 28 de septiembre del 2011 se convirtió en el mejor día de béisbol en la historia de este deporte. Un drama como nunca antes se había visto cuando cuatro juegos decidieron el futuro de cuatro equipos en cuestión de minutos. Antes de esa noche, por la Americana, los Yankees, Tigres y Vigilantes ya habían ganado el banderín en sus respectivas divisiones pasando de esta forma a la postemporada. La posición de comodín o wild card estaba por decidirse entre los Medias Rojas y las Manta Rayas. Al comienzo de septiembre, los Medias Rojas (el tercer equipo más caro en las mayores) llevaban una ventaja de nueve juegos sobre las Manta Rayas (el segundo equipo con la nómina más baja) para el comodín de la Liga Americana. La Nacional mostraba una situación muy similar; los Filis, Cerveceros y Cascabeles ya habían clasificado mientras que los Bravos y los Cardenales estaban igualados por conseguir su pase a la Serie de Divisiones. A finales de agosto, los Cardenales de San Luis estaban a 10.5 partidos detrás de los Bravos de Atlanta por el puesto de comodín. A las 6:26 PM (hora del pacifico) del miércoles 28 de septiembre, los Cardenales superaron a los Astros 8-0, asegurando su pase si es que los Bravos perdían. Hora y media más tarde, los Bravos pierden frente a los Filis gracias a un imparable con dos outs en el décimo tercer episodio, quedando de esta forma eliminados y permitiendo el pase a los Cardenales. Treinta minutos después, en Baltimore, los Medias Rojas pierden 4-3, cuando su adversario, los Orioles, bajo dos outs, anotan dos carreras en el noveno episodio. Simultáneamente, en Tampa, las Manta Rayas, luego de estar en desventaja por siete carreras frente a los Yankees, despiertan en el sexto inning. Terminan ganando el partido gracias a un electrizante cuadrangular de Evan Longoria en la parte baja del décimo segundo episodio, enviándolos de esta manera a los playoffs.  Cuatro juegos, dos ganadores y dos perdedores, mientras que los fanáticos fuimos los verdaderos triunfadores al ser testigos de ese 28 de septiembre del 2011 que pasó a ser el mejor día en la historia del béisbol.